¡Buen día! ¿Hay efectivo?

Como si se tratase de ir a la bodega a preguntar si hay pan, café, azúcar, harina, pasta o arroz, millones de bancarizados del país, se pasean de lunes a viernes por diversas agencias bancarias, para preguntar lo mismo desde hace años: ¿Hay efectivo?

Pero es qué acaso encontrar efectivo en un banco, en el que usted, hermanos, padres o vecinos tienen una cuentica ¿Es algo del otro mundo? ¿Será que estamos hablando de un hecho tan insólito como increíble? La respuesta lógica debería ser ¡No! Si vas a un banco donde tienes tus lochitas guardadas, con las cuales este hace negocios, presta dinero y gana intereses; no tendría que extrañarte que allí te entreguen el dinero que necesitas, pues son tus centavos, de nadie más.

No obstante, la realidad particular en Venezuela es tan bizarra como caminar de cabezas. Si vas a un banco, debes rogar a Dios, la Virgen y todos los Santos, para que los cajeros de taquilla estén dando efectivo, porque ni hablar de los cajeros electrónicos, hace tanto tiempo que solo dan consulta, que son vistos como galenos de metal que avivan los males del enfermo, tiesos, inertes, fríos y antiparabólicos.

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Esto es lo que hay

Los meses pasan y aunque estamos a escasos días de vencer arrancar con la nueva reconversión monetaria- una raya más para el tigre-, seguimos sin ver los reales. Generalmente por taquilla, no dan más de 40 mil bolos por día - cuando les da la gana de pagarlos-, monto que resulta un insulto para quienes hacen horas de cola; porque apenas pueden pagar dos pasajes de camionetas o  transporte improvisado (Conocidos como transbarandas y/o perreras).

Lo peor de la historia es cuando los usuarios llagan al banco preñados de esperanza, gastando suela (Caminando parejo), o gastando el poquito efectivo en pasaje, para recibir la nefasta noticia por parte de los empleados de los bancos: No tenemos efectivo señores, no llegó la remesa; si quieren esperen a ver quién trae efectivo para depositar. Ante esto quedan dos opciones: Plantarse en la agencia como palma en Morrocoy (Parque Nacional de Playa), o virar de una para caerle a otra oficina, quien quita a ver si se tiene suerte.

Tristemente, sin importar los derechos de los clientes, estos son pateados diariamente como cacharros viejos, “esto es lo que hay”, dicen muchos, al tiempo que murmuran sobre los culpables de tal burla y la crisis que aqueja a todos los venezolanos: “La culpa es de Maduro y todo su comitiva. Ya hemos tenido varias reconversiones monetarias y seguimos pariendo por el efectivo”, mientras que otros dicen que la culpa es de la guerra económica y los militares que están en la frontera y se prestan para que salgan los billetes; verdad o mentira, la realidad es una solita, los bolsas siempre pagan los platos rotos sin derecho a pataleo, “esto es lo que hay”.

La pregunta es la mismita de hace rato,  y ¿El vacilón hasta cuándo?

VOCES

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