¿Dónde está “un Gobierno del pueblo”?


Pueblo venezolano


La expresión “un Gobierno del pueblo” pareciera engrosar uno de los tantos eufemismos que se manejan y se repiten en el argot cotidiano, tanto de líderes políticos como la gente común identificados plenamente con las políticas de gobierno, específicamente del presidente Nicolás Maduro.

Hay que ser de verdad “cara’e tabla” para referirse realmente que “un Gobierno del pueblo” está de lleno brindando protección social, velando por las necesidades de un pueblo que en los últimos cinco años ha desmejorado su calidad de vida, y por ende ha caído más en pobreza.

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“Un Gobierno del pueblo” aparece justamente ante la guerra de precios que ya conocemos, como si fuera la solución al problema económico en que se encuentra sumergido Venezuela; y es que ahora el vicepresidente para el Área Económica, Tareck El Aissami informó que el pasado 27, 28 y 29 de junio se establecerían los nuevos precios de rubros esenciales y básicos acordados, entre el Gobierno y sectores de la producción en el llamado Plan 50, el cual busca dar estabilidad a la economía venezolana.

Todo se reduce a más letras, cuentos, controles, regulaciones y pare de contar, ante una Nueva ley de Precios Justos, vigente desde enero de 2018 que ha resultado una legislación constitucional sin efecto e improductiva,  resumida en 12 artículos.

Hambre Venezuela Pobreza


Esta nueva ley presentada el 22 de noviembre de 2017 por el presidente Nicolás Maduro se diseñó para impulsar el desarrollo productivo del país; y según como la pintan, ayudará a la estabilidad económica de Venezuela, cosa que para nada ha ocurrido, excepto todo lo contario al instaurarse en nuestra nación una gran inestabilidad económica con la hiperinflación más severa y criminal que jamás se haya vivido en el país.

Es de recordar, que esta ley fue decretada con “rango, valor y fuerza” para proteger a un pueblo, a los más desfavorecidos, a los que menos tienen oportunidades; pero la realidad es otra.

La guerra de precios sigue su curso y nadie la detiene, no hay controles (aunque los hay por ley), hay más hambre, menos poder adquisitivo, mucho pueblo pasando necesidad, gente desesperada por salir del país en busca de mejoras, pero  a la hora de buscar culpables salen a relucir los eufemismos como excusas: guerra económica, guerra inducida, bloqueo económico, y subida continua del dólar.

VOCES


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