Rencontrarse con la solidaridad


Venezolano solidaridad


En Venezuela, tierra fértil y de riqueza infinita, aunque suene irónico, la preocupación de los nacionales está centrada en cómo estirar lo que se gana para cubrir los gastos básicos, en un país donde la solidaridad se está perdiendo y la desigualdad devora el día día.

Hasta hace unos años, sin importar si llegaba de improvisto, cualquier familia, en especial las más humildes, le ofrecían café, pan y hasta unas arepitas o un caldito de gallina, si llegaba a golpe de 12 del medio día un domingo. Hoy la cosa es muy diferente la crisis está acabando con la solidaridad del venezolano.

Al sacar cuentas y analizar los precios de los alimentos más sencillos y tradicionales- sin lujos ni exquisiteces- es perfectamente entendible que la solidaridad no abunde como antes. Un cuartico de café cuesta más de 4.000.000 millones de bolívares, el azúcar está entre 800.000 mil y 1.000.000 millón de bolívares, una canilla, por la medida chiquita, cuesta 200.000 mil bolívares, es decir ¡No está fácil!

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Ante este planteamiento vale preguntarse ¿Es posible hacer algo para reencontrarse con la solidaridad? Algunos dirán ¡No! porque la masa no está para bollos y mucho menos para ponerse bondadosos, y se aferraran al lema popular “Aquí hay que hacer como Bartolo, cada quien que se defienda solo”.


Venezolanos comen basura


Sin embargo, hay muchos venezolanos que todavía, en medio de la mayor crisis económica que ha atravesado este pueblo, apuestan a dar sin esperar nada a cambio. No me refiero al bachaquero y comerciantes que venden alimentos y productos de primera necesidad a precios de locura, ni al que se aprovecha de la necesidad del desvalido para explotarlo por tres lochas.

Con lo anterior me refiero a la gente común, como usted, que sin tener riquezas, o lujos, creció viendo que el que aplica la solidaridad, siempre, sin importar la situación, recibe de vuelta cosas increíbles, es ley de vida, acción y reacción. ¿Entonces por qué huir de la solidaridad si ella nos reencuentra cada día?

La solidaridad la vemos hasta en esas familias venezolanas que hurgan en la basura para llevar algo que comer, y que aun con el hambre en los ojos, entiende que hay muchos en su condición, por lo que resuelven compartir con sus homólogos y demostrar que la solidaridad radica en ayudar y ponerte en los zapatos de otros.

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